Julio de 2008
Por el Dr. Alfredo Antigüedad

Desde hace unos cuatro años los pacientes con Esclerosis Múltiple de Bizkaia han realizado una generosa aportación en la búsqueda de soluciones para su enfermedad. Durante este tiempo casi 700 personas con Esclerosis Múltiple nos han donado un poco de su sangre. Y gracias a ellos estamos colaborando en diferentes líneas con investigadores básicos de varios lugares del Estado y de Bizkaia.

El glutámico es una sustancia muy abundante en el cerebro, pero si supera unos límites resulta tóxico para las neuronas y para las células que producen la mielina. Es algo parecido a lo que sucede con la glucosa en los pacientes diabéticos. Pero todavía se desconoce el papel que puede tener un desajuste en el control de glutámico en esta enfermedad y cuáles son las causas que lo provocarían. Justamente ésta es la pregunta que se quiere contestar. Para ello estamos comparando los niveles de glutámico en pacientes en diferentes momentos de la enfermedad y su relación con ciertas características genéticas que influyen en la liberación y eliminación de este neurotransmisor. También estamos investigando sobre otros neurotransmisores que pueden tener un efecto tóxico semejante al glutámico.

La Esclerosis Múltiple no es una enfermedad que se herede de la misma manera que el color de los ojos, pero ciertas características genéticas son más frecuentes en los enfermos que en las personas sanas. El conocimiento de los genes que son diferentes en los pacientes permitiría conocer las causas de la enfermedad y la forma de prevenirla o curarla. En la actualidad estamos trabajando en

Bizkaia sobre 200 genes que podrían estar implicados en el origen de esta enfermedad; y también queremos identificar cuáles pueden determinar que algunas personas no respondan adecuadamente al tratamiento con interferon. Además, estamos colaborando con otros centros para identificar si existen diferencias genéticas en pacientes de diferentes razas y poblaciones. En todos estos estudios genéticos, en ocasiones, es importante comparar a los pacientes con sus padres, y para ello estamos recogiendo muestras de los familiares de afectados.

El importante papel de los afectados en la investigación
Las personas con Esclerosis Múltiple también están colaborando en la investigación con nuevos medicamentos como la teriflunomida, esfingolimod, anti-integrinas orales, laquinimod, anticuerpos monoclonales, canabinoides, etc. En la actualidad

Bilbao es, sin duda, un centro de referencia para los promotores de ensayos clínicos con nuevos medicamentos. Esto avala la calidad de la atención neurológica y, sobre todo, permite ofrecer a nuestros pacientes los últimos avances en el tratamiento de su enfermedad.

La colaboración de los afectados contestando nuestras encuestas resulta imprescindible para conocer el impacto económico o en la calidad de vida que supone padecer esta enfermedad, o disponer de información sobre la fatiga o sobre la pérdida de memoria.

Este trabajo de investigación no nos ha hecho olvidar ni un momento la principal función de los neurólogos: la asistencia personalizada de los pacientes. La labor asistencial se está haciendo cada vez más compleja como consecuencia de los avances científicos y del incremento acelerado del conocimiento sobre la EM. Por ello cada vez resulta más necesario que los pacientes sean atendidos por médicos con amplia experiencia y conocimientos sobre esta enfermedad, que puedan aplicar las últimas estrategias terapéuticas y la forma de monitorizar su efecto. En Bizkaia gracias a un proyecto que está en marcha desde hace más de 21 años todos los pacientes que lo deseen tienen acceso a este tipo de atención altamente especializada.

ADEMBI ha tenido durante este tiempo un papel imprescindible en todos los logros anteriores. Sin la ayuda que me ha prestado y que me presta hubiera sido imposible plantearse unos objetivos tan ambiciosos y seguir con las miras puestas en otros aún mayores. En Bizkaia se ha configurado ‘de hecho’ un equipo para luchar contra la Esclerosis Múltiple que está integrado por investigadores básicos, neurólogos, y por los propios pacientes. Ojala que en el futuro cercano esta colaboración se incremente y reciba el reconocimiento necesario para ser un equipo ‘de derecho’.