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¿Cuidarme o no cuidarme?.. esa es la cuestión

Publicado por EM Euskadi | | Visto 4916 veces
Pacienteactivo7

El diagnóstico de una enfermedad crónica siempre cae como un jarro de agua fría y más si es un diagnóstico como el de Esclerosis Múltiple. Esta desagradable noticia viene acompañada […]

El diagnóstico de una enfermedad crónica siempre cae como un jarro de agua fría y más si es un diagnóstico como el de Esclerosis Múltiple. Esta desagradable noticia viene acompañada de un shock inicial, miedo al futuro, al dolor, a la incapacidad, a los cambios que debería incorporar en mi vida, también otros sentimientos como la rabia, la incredulidad, etc.

Es evidente que hay que aprender a vivir con esta enfermedad pero no para ella. Aprender a manejar esas emociones difíciles que han llegado de golpe para que interfieran lo menos posible en mi vida diaria. Aprender qué cuidados debería hacer para que mi salud esté lo mejor posible o que mi enfermedad evolucione lo más lentamente posible. Aprender a usar la información que tengo a mi alcance sobre la enfermedad, los tratamientos, los signos de alarma, las futuras vías de investigación, etc. Aprender a hacer equipo con los profesionales sanitarios que me tratan para que entre sus conocimientos sobre la enfermedad y mis conocimientos sobre cómo esta me afecta y cuáles son mis valores y preferencias podamos conseguir un objetivo común….una mejor calidad de vida. Aprender a asumir la co-responsabilidad de cuidarnos.

La esclerosis múltiple es una enfermedad que requiere una importante implicación activa en los propios cuidados. Si la persona no quiere cuidarse por mucho que todos los que estén a sus alrededor lo hagan, no conseguirán ni mucho menos los mismos resultados.  Implicarse en el cuidado activo hará que la enfermedad progrese más lentamente, que los cuidados sean más seguros y que se consigan mejores resultados. Pero la enfermedad no afecta solo a nuestro cuerpo, también lo hace a nuestra mente y a nuestras relaciones sociales, por lo que no deberíamos olvidar estos aspectos cuando hablamos de cuidado integral de nuestra salud. Es muy importante seguir haciendo aquellas cosas que nos gustan, que son importantes, aunque igual hay veces que hay que hacer pequeñas o grandes adaptaciones para conseguirlo.

En ocasiones la enfermedad habrá evolucionado tanto que necesitaremos el apoyo de otra persona u otras personas para muchas cosas. Involucrarnos en nuestro cuidado también es saber aceptar esta situación y facilitar el trabajo a estas personas que con tanto amor cuidan.

La mayoría de las personas ya sabemos “la teoría” de cómo debemos de cuidarnos pero lo difícil es poner en práctica esta teoría. La clave del éxito es aprender una serie de técnicas, habilidades y acciones que nos ayudaran a poner en práctica esos cambios tan necesarios para el cuidado de nuestra salud.

Algo extremadamente importante es confiar en nosotros mismos y en nuestras capacidades. Tener el convencimiento de que podemos hacer algo para mantener un buen estado de salud y de control de la enfermedad.

En definitiva, ser activos significa hacer los cambios necesarios en las actividades de la vida diaria con el objetivo de mantener la mejor salud posible. En ocasiones realizar estos cambios tienen una dificultad y suelen llevar un proceso y un tiempo para desarrollarlos.

Así que la decisión está en tus manos…. ¿Quieres participar activamente en el cuidado de tu salud?

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