Por Argiñe Ibarrondo fisioterapeuta de AEMAR ( Asociación de Esclerosis Múltiple de Alava.

Es posible que hayas oído hablar a menudo de los hipopresivos o la gimnasia abdominal hipopresiva. Una práctica cada vez más extendida. Pero ¿para qué sirve? ¿Es beneficiosa para personas con EM?

El método hipopresivo fue creado por el Dr. Caufriez en 1980 cuando definió un tipo de posturas con las que la presión intraabdominal disminuye o se mantiene, al contrario de lo que sucede con el resto de las actividades que realizamos en nuestro día a día. De ahí su nombre ‘hipo’ que significa ‘menos’ y de ‘presión’.

Dentro del método hipopresivo la práctica más extendida, y la que aplicamos en nuestro centro con los pacientes con Esclerosis Múltiple, es la gimnasia abdominal hipopresiva. En ella, el terapeuta, adecuadamente formado, da instrucciones claras y precisas para desarrollar una postura de hipopresión. El mero hecho de adoptar esta postura tiene efectos sobre el paciente en el momento y a largo plazo con su práctica. No obstante, estos ejercicios se pueden llevar a cabo con respiración libre o con una apnea espiratoria limitada, lo cual aumenta las respuestas fisiológicas que se obtienen. Además de esto, el terapeuta realiza técnicas manuales o instrumentales para facilitar la aparición de estas respuestas.

Las respuestas fisiológicas obtenidas durante la práctica regular de esta terapia tienen efectos positivos a nivel respiratorio, vascular, metabólico, sexual y prevención de hernias, descenso de órganos pélvicos e incontinencia urinaria. Estos se van dando a corto plazo desde el primer mes de aplicación y más a largo plazo tras seis meses.

Durante la práctica de los hipopresivos nuestro cerebro recibe información de cuál es nuestra posición. Esta información es procesada hasta dar lugar a una automatización por parte del sistema emocional, lo cual hace que nuestro cuerpo reaccione con mayor brevedad frente a la misma postura. Esto nos ayuda a mejorar nuestro esquema corporal y con ello a recibir información más precisa de donde esta cada una de nuestras partes del cuerpo o como estamos colocados en el espacio.

Durante la práctica se realizan ejercicios que disminuyen o no aumentan la presión intraabdominal, esto alivia la carga que debe soportar el suelo pélvico, asociado a una disminución de la actividad tónica del diafragma torácico. Proceso por el cual hay un aumento de la vascularización de los miembros inferiores y la pelvis, mejorando la oxigenación de esta zona.

Además de estos beneficios, las posturas hipopresivas producen una activación postural de la faja abdominal y periné. Este hecho aumenta la estabilidad de tronco y a su vez tiene beneficios como la prevención de la aparición de hernias o la mejora del equilibrio debido al aumento de estabilidad que experimentan los pacientes. La activación del periné por su parte, hace que el paciente sea más consciente de cuál es la musculatura que forma su suelo pélvico, como se puede contraer y cuáles son sus funciones, convirtiéndose así en una gran herramienta frente a la incontinencia urinaria.

Aunque desde nuestro centro por el momento sólo podemos hablar de los resultados obtenidos a medio plazo, es decir, de los 3 a los 6 meses de aplicación, son varios los beneficios que muestran los pacientes con EM. Entre ellos cabe destacar, una mejora de la postura de los pacientes, lo cual deriva en una mayor estabilidad y una mejora de su conciencia corporal.