Neurología
Esclerosis Múltiple Primariamente Progresiva
Junio de 2006 Por la Dra. Mar Mendibe La Esclerosis Múltiple (EM) es una de las enfermedades que mejor ilustra el progreso de la neurología en los últimos años. El […]
Junio de 2006
Por la Dra. Mar Mendibe
La Esclerosis Múltiple (EM) es una de las enfermedades que mejor ilustra el progreso de la neurología en los últimos años. El concepto de EM ha sufrido un profundo cambio en la última década. Los innovadores descubrimientos sobre las distintas variantes de la enfermedad y los cuatro patrones histopatológicos descritos han despertado el interés científico. Esto se traducirá en un nuevo impulso para el desarrollo de tratamientos específicos para cada variante de EM.
Hoy sabemos que la EM es una enfermedad compleja con un componente inflamatorio y neurodegenerativo que afecta a personas jóvenes.
De esta manera,se produce una pérdida notable de mielina, lo que ocasiona un defecto en la conducción de impulsos nerviosos que se manifiesta con una gran diversidad de síntomas.
Tipos de evolución en EM
En cuanto a las formas de evolución clínica de EM, la mayoría de los pacientes presenta una evolución inicial en ‘brotes’ o recaídas, es la denominada EM Remitente-Recidivante (EMRR), que se caracterizada por la aparición de síntomas agudos relativamente reversibles que se suceden a lo largo del tiempo.
Otra variedad de EM es la llamada Primariamente Progresiva (EMPP).Tiene unas características especiales que la diferencian de la EM Remitente-Recidivante:
- Afecta a un 10% del total de los casos.
- Es más frecuente en varones que en mujeres y aparece a una edad más tardía que la EMRR, en torno a los 40 años.
- Los pacientes describen la enfermedad como: una dificultad progresiva para caminar, pérdida de fuerza, torpeza o debilidad, rigidez en las extremidades, inestabilidad etc. que paulatinamente limitan su autonomía.
- En algunos casos el diagnóstico puede ser muy complejo y requiere un seguimiento evolutivo que demuestre la progresión. En otras ocasiones el diagnóstico diferencial es decisivo, ya que puede confundirse con otro tipo de enfermedades (lumbalgias, hernias discales…).
Tratamiento
Actualmente la EM Primaria Progresiva constituye un reto terapéutico. Desafortunadamente, ningún fármaco ha demostrado eficacia científica a la hora de frenar o detener la progresión. Se han realizado múltiples ensayos clínicos con medicamentos (Inmunosupresores como el Imurel, Metotrexato o Mitoxantrone, Interferon b, etc.) pero los resultados han sido negativos, incluso perjudiciales.
En cambio, el tratamiento sintomático encaminado a aliviar los síntomas (la rigidez, la espasticidad, la afectación esfinteriana, el estado de ánimo, el dolor) es fundamental, ya que puede mejorar la calidad de vida. En algunos casos concretos los pulsos periódicos con corticoides pueden controlar parcialmente los síntomas. Todo este arsenal terapéutico se debe emplear de forma juiciosa teniendo siempre en cuenta el beneficio del afectado. Nunca está de más prevenir a los pacientes de todo tipo de terapias ‘milagrosas’ que únicamente persiguen el beneficio económico de quienes las llevan a cabo y pueden ser muy nocivas.
Actualmente, existe un amplio campo de investigación en el tratamiento de la EM que sólo ha comenzado a dar sus frutos. Estamos realizando un gran esfuerzo mediante nuevos y complejos estudios con diversos fármacos. Nuestros enfermos voluntariamente participan en ensayos clínicos internacionales y multicéntricos para definir la eficacia y la seguridad de distintos tratamientos. Tanto los pacientes como los médicos somos conscientes de que el camino que nos espera será difícil y laborioso, pero no debemos de perder la esperanza.