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Estres y Esclerosis Múltiple

Publicado por EM Euskadi | | Visto 627 veces
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Aprender a manejar el estrés La Organización Mundial de la Salud define el estrés como «el conjunto de reacciones físicas y psicológicas que activa el organismo para la acción». En […]

Aprender a manejar el estrés

La Organización Mundial de la Salud define el estrés como «el conjunto de reacciones físicas y psicológicas que activa el organismo para la acción». En general, se trata de un sistema de alerta biológico que se desencadena ante cambios o circunstancias diferentes en la vida de las personas: desde cambiar de trabajo o de vivienda hasta hablar en público o afrontar el diagnóstico de una enfermedad. El estrés es, por tanto, una respuesta automática física, mental y emocional ante una situación que no se controla.

Tener algo de estrés no es necesariamente malo y es normal sentir ansiedad o preocupación en momentos puntales, pero cuando esto se produce de forma prolongada, puede afectar a la salud. En el caso de las personas con Esclerosis Múltiple puede parecer que los síntomas se agravan. Por ello, es importante aprender a manejarlo.

¿Tengo estrés?

Desde el punto de vista médico, el estrés provoca cambios en la presión arterial, la frecuencia cardíaca y el metabolismo. Es un mecanismo de respuesta para hacer frente a las crisis puntuales y, a menudo, es inapreciable. Sin embargo, si no se controla, el estrés excesivo puede tener efectos negativos en la salud física y emocional, incluido un efecto directo en los niveles de fatiga.

La reacción ante el estrés es diferente en cada persona, pero hay síntomas comunes:

  • Físico: aumento de los niveles de sudoración, tensión muscular, dolores de cabeza regulares, estreñimiento o diarrea.
  • Emocional: irritabilidad, reducción de la concentración, abrumación, dificultades para tomar decisiones, disminución de la confianza, bajo estado de ánimo.
  • Comportamiento: dificultad para dormir, cambios en el apetito, pérdida de la libido, mayor consumo de alcohol o tabaco y menor disposición a la socialización.

¿Puede el estrés causar Esclerosis Múltiple?

Hay quien piensa que la Esclerosis Múltiple ha sido resultado directo de algún evento estresante o trauma, pero no está del todo confirmado. Sí hay estudios que vinculan un período prolongado de estrés con el aumento del riesgo de recaída en personas diagnosticadas. Incluso hay investigaciones que han demostrado que los programas de manejo del estrés pueden ralentizar la aparición de lesiones en las resonancias magnéticas. Este efecto puede ser solo temporal, pero indica un vínculo.

Sin embargo, es el tipo de personalidad lo que parece ser más relevante para determinar el efecto del estrés sobre la salud. A algunas personas les impulsa para afrontar los desafíos y a otras les aleja.

¿Cómo gestionar el estrés?

Nadie puede decir qué es estresante para otra persona, y las personas tienen formas individuales de afrontar estas situaciones.

Puede que no sea posible eliminar todas las fuentes de estrés en la vida, pero sí controlar el estrés propio, cambiando la forma de pensar sobre él o reduciendo algunos de los elementos que lo provocan. Existen técnicas para sobrellevarlo mejor y desarrollar hábitos de pensamiento más saludables.

En el manejo del estrés se establecen tres etapas:

  1. Reconocer el efecto que tiene sobre tu salud.
  2. Identificar qué te está causando estrés.
  3. Tomar medidas para eliminar o reducir la causa del estrés.

Puede ayudarte a gestionar el estrés:

  • Mantener las cosas en perspectiva. Centrarte sólo en las cosas malas que podrían suceder te impide disfrutar de las cosas buenas que están sucediendo en este momento.
  • Reconocer tus propios signos de estrés y hacerte cargo de tus propias emociones, pensamientos y acciones.
  • Mantener una actitud positiva, intentando cambiar la forma de pensar. Pasar de «No hay ayuda posible» a «¿Qué puedo hacer para mejorar mi situación?».
  • Ser amable contigo mismo/
  • Buscar el apoyo de otras personas: hablar sobre las fuentes de preocupación con otras personas porque el punto de vista ajeno puede darte otra perspectiva.
  • Planificar con anticipación: priorizar actividades te permite tener tiempo para tareas esenciales y para identificar áreas potenciales de estrés.
  • Mantenerse activo/a y tomarse un tiempo para actividades agradables.
  • La actividad física es uno de los remedios más eficaces contra el estrés porque mejora el estado de ánimo y la autoestima. También puede ser una vía de desahogo y de eliminación de la ira o la frustración.
  • Utilizar técnicas de relajación o practicar técnicas de atención plena porque se ha demostrado que son efectivos para ayudar a gestionar el estrés a personas con enfermedades crónicas.
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