Neurología
La fatiga en la Esclerosis Múltiple
Noviembre de 2010 Por la Dra. Mar Mendibe La fatiga o astenia es un síntoma frecuente en los pacientes con Esclerosis Múltiple (EM), en algunos casos puede llegar a ser […]
Noviembre de 2010
Por la Dra. Mar Mendibe
La fatiga o astenia es un síntoma frecuente en los pacientes con Esclerosis Múltiple (EM), en algunos casos puede llegar a ser muy incapacitante. Se define como la sensación subjetiva de cansancio desproporcionado o falta de energía mayor de la esperada para la realización de una actividad física. La sufren entre el 60 y el 90% de los afectados en algún momento de la evolución, independientemente del tipo de EM.
Su origen es multifactorial. Están involucrados múltiples factores como la propia enfermedad, una depresión subyacente, algunos fármacos, patologías asociadas, etc. Puede fluctuar a lo largo del día, a veces sigue un patrón predeterminado empeorando conforme avanza el día o con algunos esfuerzos físicos, la exposición a altas temperaturas, el estrés o la depresión; y mejora con el descanso, el sueño, las experiencias positivas y ciertos medicamentos.
La fatiga es un síntoma subjetivo difícil de cuantificar por lo que en los últimos años se han diseñado varias escalas para medir su gravedad. Estos cuestionarios constan de una serie de preguntas o ítems que analizan la influencia de la astenia en las actividades de la vida cotidiana.
El abordaje terapéutico de la fatiga incide sobre dos aspectos: el tratamiento farmacológico y el no farmacológico.
Entre los fármacos más utilizados se encuentran los Inhibidores de la recaptación de serotonina (IRS), la Amantadina y el Modafinilo. Los IRS más eficaces son la
fluoxetina 20 mg/día, paroxetina 20 mg/ día y sertralina 50 mg/día. Estas sustancias provocan un efecto antidepresivo y, además, pueden tener un efecto positivo sobre el control específico de la fatiga en la EM. La Amantadina es un medicamento ampliamente utilizado en la astenia de la EM, con una eficacia relativa. La dosis habitual es de 100 a 200 mg/día, no se debe administrar a la tarde y noche ya que puede provocar insomnio. El Modafinilo es un fármaco aprobado para la narcolepsia o enfermedad del sueño. Se han realizado algunos ensayos clínicos en los que se ha demostrado eficacia para el control de la fatiga. Los efectos secundarios más frecuentes son gastrointestinales, aumento del nerviosismo e insomnio. Se han publicado varios estudios con otras moléculas como los cannabinoides, pemolina, 4-aminopiridina, ácido acetil-salicílico. Los resultados han sido modestos y variables. No obstante se sigue investigando en este terreno. Se debe de tener en cuenta que algunos fármacos administrados habitualmente en esta enfermedad pueden incrementar la sensación de fatiga, por ese motivo se ha de intentar ajustar la dosis y la frecuencia de administración, en la medida de lo posible, sopesando los riesgos y los beneficios que nos ofrecen.
Las terapias no farmacológicas abordan varios aspectos: programas de ejercicio físico moderado (15-30 minutos) intercalados con periodos cortos de descanso, terapia ocupacional, ayudas ortopédicas. Es importante evitar la exposición a ambientes calurosos y si es necesario controlar la temperatura con sistemas de aire acondicionado. Puede ser recomendable la hidroterapia con baños de agua a 24-29 ºC o la utilización de chalecos hipotérmicos. La economía del esfuerzo es básica para el control de la astenia, y los pacientes deben realizar descansos regulares, efectuando la mayor parte de las actividades a primera hora de la mañana o en los momentos en los que mejor se encuentren.
En conclusión, el tratamiento de la EM es un reto que iremos alcanzando con mucho esfuerzo, trabajo y gracias al apoyo incondicional de los pacientes.