Rehabilitación
Logopedia y Esclerosis Múltiple
Por Itziar Garcia , logopeda de Adembi. El objetivo de la rehabilitación logopédica es que la persona con EM con problemas de comunicación consiga comunicarse de la forma más eficiente […]
Por Itziar Garcia , logopeda de Adembi.
El objetivo de la rehabilitación logopédica es que la persona con EM con problemas de comunicación consiga comunicarse de la forma más eficiente posible en distintos contextos sociales. Para conseguirlo, se cuenta con un conjunto amplio de estrategias de intervención. El tratamiento logopédico incluye todas las técnicas, procedimientos y ejercicios específicos que realiza el logopeda en sus sesiones para potenciar el control motor que realiza el paciente sobre los órganos implicados en el habla y en la deglución.
Los problemas de comunicación son causados por las lesiones desmielinizantes del SNC que pueden producir alteraciones del control muscular en el mecanismo del habla dando lugar a trastornos de la comunicación oral debido a paresia o parálisis, alteraciones de la sensibilidad o incoordinación de la musculatura implicada en el habla. Estos trastornos del habla se denominan disartria. La prevalencia de la disartria en la EM descrita en la literatura oscila entre un 25% y 55%. Ésta depende de la severidad de la enfermedad y de los años de evolución. La disartria puede aparecer en cualquier estadío de la enfermedad. No obstante, es poco frecuente en fases iniciales y suele ocurrir en fases más tardías de la enfermedad siendo más pronunciada en individuos con afectación de varios sistemas funcionales. Dado que los procesos de la comunicación y la deglución comparten algunas estructuras anatómicas y mecanismos fisiológicos, la disartria puede asociarse a problemas de deglución.
Además de las dificultades de comunicación, las personas con esclerosis múltiple pueden presentar también dificultades en la deglución, sobretodo a la hora de ingerir líquidos. El término disfagia hace referencia a este tipo de dificultades. El logopeda la intervendrá mediante pautas y asesoramientos, ejercicios, cambios posturales o cambios de consistencia en la comida con el objetivo de conseguir una deglución y alimentación lo más segura posible. La incidencia de disfagia en la E.M. está entre un 33 y un 55% de los afectados.
Las personas con EM con problemas de comunicación y/o deglución o sus familiares pueden solicitar ayuda. Con una intervención apropiada estas personas pueden encontrar y practicar técnicas y estrategias para optimizar la comunicación y la deglución. La participación activa, tanto de la familia como del propio paciente, constituye uno de los ejes fundamentales de la intervención logopédica.
Durante las sesiones de rehabilitación, el logopeda enseñará al paciente un gran número de ejercicios y técnicas que le ayudarán a reducir sus deficiencias fisiológicas y a mejorar el funcionamiento de su habla y de su deglución.