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Terapias complementarias y alternativas para la Esclerosis Múltiple
Los avances farmacológicos han permitido controlar la Esclerosis Múltiple pero los efectos secundarios nos llevan a buscar terapias complementarias que ayuden a sobrellevarlos. Pero son eso, complementarias a la medicina […]
Los avances farmacológicos han permitido controlar la Esclerosis Múltiple pero los efectos secundarios nos llevan a buscar terapias complementarias que ayuden a sobrellevarlos. Pero son eso, complementarias a la medicina tradicional. Además, en algunos casos, el uso de remedios naturales no significa que sean inocuos y que, incluso, puedan interferir negativamente en el tratamiento convencional. Por eso, si se está pensando en recurrir a algunas de estas terapias, lo primero que se debe hacer es consultarlo con el profesional de la medicina o de la enfermería que habitualmente nos atiende.
En la EM existen dos tipos principales de efectos terapéuticos que pueden producirse tanto por terapias convencionales como no convencionales: el efecto ‘modificador de la enfermedad’, que actúa para aminorar el curso de la dolencia; y el ‘sintomático’, que palia la gravedad de los síntomas.
Terapias ineficaces o potencialmente peligrosas
Primero, veremos lo que es preciso evitar. Según la Federación Internacional de Esclerosis Múltiple, existen algunos suplementos alimenticios que se recomiendan a personas con EM y que no solo no se ha demostrado su efecto beneficioso, sino que pueden ser muy perjudiciales.
Es el caso de la scutellaria, el germanio, el chaparral, la consuelda o la kava kava, plantas y minerales que pueden producir grave toxicidad en riñones o hígado. También hay que evitar los que estimulan el sistema inmunitario porque empeoran la EM o interfieren en el tratamiento farmacológico. En este grupo se encuentran la equinácea, el ginseng indio, la alfalfa, el astragalus, la uña de gato, el ajo, y el ginseng asiático y siberiano.
Así mismo se ha demostrado la ineficacia de algunas terapias que se suelen recomendar a personas con Esclerosis Múltiple como el oxígeno hiperbárico (HBO, por sus siglas en inglés) y la terapia de veneno de abeja.
Terapias beneficiosas
Hablemos ahora de las buenas. Entre las más conocidas y extendidas se encuentra el yoga porque ayuda a aliviar la fatiga, la ansiedad, la depresión y el dolor, consecuencias habituales de la EM.
La música es terapia para el alma y para el cuerpo. Puede mejorar algunos trastornos físicos, psicológicos y cognitivos.
En algunos estudios se relaciona a la acupuntura con mejoras en el dolor, problemas de intestinos y vejiga, espasticidad, debilidad, coordinación, hormigueos y problemas de sueño.
Los remedios herbales, componente esencial en el proceso de curación de la Medicina Tradicional China, deben ser utilizadas personas experimentadas y, además, algunas contienen componentes con actividad inmuno-estimulante que pueden empeorar los efectos de los medicamentos.
Existen algunas terapias que pueden tener tanto efectos sintomáticos como de modificación de la enfermedad. Es el caso de la vitamina D, que es un tratamiento eficaz para un trastorno asociado con EM, la osteoporosis, también puede aminorar el curso de la enfermedad de EM.
De la misma manera, el cannabis puede tener un efecto modificador de la enfermedad y puede aliviar varios síntomas de la EM, incluida la rigidez muscular y el dolor. Lo mismo pasa con dosis bajas de naltrexona, un antagonista de los opiáceos que se sugieren como potencialmente útiles en el tratamiento de EM pero requiere una evaluación previa completa, incluido un examen neurológico.
En cualquier caso, como decíamos al principio, lo mejor es preguntar a los profesionales de la medicina, no abandonar ni sustituir ninguna medicación y poner en duda las ‘fórmulas secretas’. En este caso, la terapia más segura es la información de una fuente profesional.
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