Neurología
Trastornos del sueño y Esclerosis Múltiple
Por la Dra. Mar Mendibe, neuróloga del Hospital Universitario de Cruces Los trastornos del sueño (TS) están infradiagnosticados en las personas con Esclerosis Múltiple (EM), pudiendo ser hasta tres veces […]
Por la Dra. Mar Mendibe, neuróloga del Hospital Universitario de Cruces
Los trastornos del sueño (TS) están infradiagnosticados en las personas con Esclerosis Múltiple (EM), pudiendo ser hasta tres veces más frecuentes que en el resto de la población. Los TS no constituyen el motivo de consulta más frecuente y prioritario para los pacientes con EM, pero cuando se les pregunta directamente por ello sí tienen su relevancia.
Los más frecuentes son: el insomnio, la hipersomnia, síntomas sugestivos de síndrome de piernas inquietas y las apneas de sueño. Todos ellos pueden tener relación con la astenia o fatiga característica de esta enfermedad.Cuando se estudia el sueño de un paciente conviene empezar por una buena historia clínica que aborde todos estos aspectos: datos clínicos relacionados con la enfermedad, fármacos (muchos pueden producir somnolencia y otros insomnio), consumo de tóxicos y estimulantes, estilo de vida, hábitos de sueño, problemas psicológicos o psiquiátricos asociados, enfermedades concomitantes y datos relacionados con la calidad de vida.
Una vez realizado el diagnóstico se pueden proponer medidas correctoras y preventivas. En el año 2011 se publicó un trabajo de campo realizado por investigadores de la Universidad de California Davis (UC Davis), en Sacramento, Estados Unidos, titulado El infradiagnóstico de los trastornos del sueño en pacientes con Esclerosis Múltiple, publicado en la revista Journal of Clinical Sleep Medicine. En este trabajo se puso de manifiesto que los TS están infradiagnosticados en los afectados de EM, lo que podría influir en los síntomas más comunes y discapacitantes de la enfermedad, como la fatiga.
En este trabajo participaron más de 2.370 personas con Esclerosis Múltiple del norte de California, en colaboración con la Sociedad Nacional de EM. Se detectó que más del 70% de los participantes padecían uno o más trastornos del sueño.
Para el estudio se enviaron por correo 11.400 encuestas a los posibles participantes, de los cuales 2.375 cumplieron los criterios de inclusión. Se pidió a los participantes que completaran una encuesta de diez páginas, que incluía datos relacionados con su historial médico, aspectos demográficos y cuestionarios estándares validados dirigidos a evaluar algunas alteraciones del sueño más frecuentes como: la somnolencia diurna, el insomnio, los movimientos periódicos de las extremidades o el síndrome de piernas inquietas y la apnea obstructiva del sueño.
Los resultados fueron concluyentes. En cuanto a la epidemiología de la EM, la mayoría eran mujeres (81%) de raza caucásica (88%), con una edad media de 54 años. Un 52% de los participantes reconocían tardar más de media hora en conciliar el sueño por la noche y presentaban despertares frecuentes, casi el 11% tomaba fármacos para dormir. El 38% cumplía criterios de apnea obstructiva del sueño aunque sólo el 4% estaba diagnosticado previamente de esta patología; el 32% sufría insomnio moderado– grave, y el 37% cumplía criterios de síndrome de piernas inquietas y un porcentaje bajo de pacientes padecían otros trastornos menos frecuentes como la narcolepsia. Así, este trabajo puso de manifiesto la importancia del diagnóstico precoz de los TS en pacientes con EM que pueden afectar al curso de la enfermedad, así como a su salud general y calidad de vida.
Posteriormente se han publicado varios estudios científicos más profundos que han permitido cuantificar concretamente la situación real en distintas series de pacientes y abordar su tratamiento con distintas terapias: preventivas, farmacológicas y medidas que mejoren la higiene de sueño. Sin duda los Transtornos del Sueño constituyen un área de la investigación neurológica por desarrollar en los próximos años.